Uno de los tipos de hilo más comunes que veo en los distintos subreddits sobre rol a los que estoy suscrito, es aquel en el que un usuario pregunta cómo de fácil resulta adaptar un módulo concreto a otro sistema (o a una edición diferente dentro del mismo sistema). Y siempre pienso lo mismo, que menuda tontería más grande. Traducir una serie de números, estadísticas y reglas de un sistema a otro solo tiene un requisito, que ni siquiera me parece particularmente exigente: conocer bien las reglas de los juegos sobre los que quieres trabajar. Ya está. No es para tanto.
La gran mayoría de juegos de rol, aunque puedan tener hojas de personaje muy distintas y trabajar con una gran variedad de dados, en realidad se comportan exactamente de la misma forma. Todos te permiten llevar a cabo cualquier acción que puedas imaginar, en ocasiones mediante una tirada de dados. En mitad de un combate, da igual que tires un dado de veinte caras en Dungeons & Dragons 5ª edición, ocho dados de seis caras en Canción de Hielo y Fuego, un dado porcentual en La Llamada de Cthulhu, o cinco dados de diez caras en Vampiro: La Mascarada, lo más probable es que el objetivo de esa tirada sea hacer daño a un enemigo que está intentando hacerte daño a ti.
Si sabes qué es lo que trata de conseguir una tirada de dados y qué probabilidades de éxito aproximadas tiene, lo único que necesitas es conocer el sistema en cuestión para adaptarla. De verdad, es muy fácil. Usando el ejemplo del párrafo anterior, si hubiese que adaptar una situación de combate de Dungeons & Dragons a La Llamada de Cthulhu y el atacante tuviese un +1 en su tirada de ataque, asumiría que se trata de un atacante poco diestro, cuyas posibilidades de impactar a un personaje con una clase de armadura normal (12 o 13) están por debajo del 50%. Así que, probablemente, ese mismo personaje tendría entre un 30 y un 40% en la habilidad de combate pertinente de La Llamada de Cthulhu. Porcentual arriba porcentual abajo.
Para hacer estos cambios no hace falta dedicarle horas y horas, ni sacar la calculadora, ni nada parecido. Como ya he escrito en numerosas ocasiones, cuando diriges una partida de rol, es tu partida de rol. No solo nadie va a cuestionar por qué un goblin tiene un 40% de posibilidades de impacto en lugar de un 30%, sino que posiblemente nunca nadie vaya a saber el porcentaje exacto que tiene ese maldito goblin. A nadie le importa. De hecho, a ti mismo no debería importarte. Un aspecto clave dentro de este proceso es entender que esos números en realidad dan igual. Deberían estar en tu cabeza para que haya cierta consistencia dentro del juego, pero no tiene por qué estar grabados en piedra. No deberían estar grabados en piedra.
Hará ya unos cinco años que adapté la campaña Mentiras Eternas para el El Rastro de Cthulhu al sistema de reglas de La Llamada de Cthulhu. Básicamente, tuve que trasladar las mecánicas de Gumshoe (el sistema que emplea El Rastro de Cthulhu) al tradicional BRP porcentual que siempre ha empleado La Llamada de Cthulhu. Fue facilísimo. Pese a que ambos sistemas de reglas tienen poco o nada que ver. Ni siquiera llegué a traducir una sola hoja de personaje enemigo. Cuando llegaba el momento, sencillamente miraba la versión Gumshoe, escribía tres números en OneNote y adaptaba al vuelo. Lo hice principalmente porque el sistema de Gumshoe me gusta menos y porque los jugadores, algunos de los cuales eran relativamente novatos, ya habían jugado anteriormente usando el sistema D100. Todos salimos ganando.
Cuando te das cuenta de que adaptar cualquier modulo a otro sistema es tan fácil como mirar un bloque de estadísticas y traducirlo mentalmente, de pronto tu juego de rol preferido tiene cientos de campañas adicionales en las que nunca habías pensado. ¿Por qué no dirigir el Templo del Mal Elemental en Vampiro: Edad Oscura o Mothership? Probablemente porque, pese a ser uno de los clásicos, El Templo del Mal Elemental es una campaña bastante mediocre, víctima de su tiempo, que seguramente no le vaya a aportar nada interesante a los jugadores. Pero oye, ese es otro tema y, si quisieras, podrías dirigirla perfectamente. Aunque probablemente frustrarías a los jugadores con montones de muertes injustas.
En una partida de Death in Space que estoy dirigiendo con un grupo de jugadores maravilloso, por azares del destino (literalmente, porque todo, todo, todo lo dejo al azar de los dados en esa partida) se encontraron con un vampiro flotando en el espacio, en el interior de un ominoso ataúd de obsidiana. Y como yo los vampiros que conozco mejor son los de Mundo de Tinieblas, pensé que por qué no hacer que el chupasangre fuese un Ventrue. Uno famoso, ya puestos. El encuentro podría haber salido muy mal y terminar con todo el grupo siendo pasto de esta abominación, pero al final se hicieron amigos. Varias sesiones después, de nuevo por puro azar, más de la mitad de los jugadores son vampiros. Con los cambios de reglas que ello conlleva.
Uno pensaría que adaptar la ficha de un sistema como Vampiro: La Mascarada, con sus multiples atributos, habilidades, virtudes, trasfondos y disciplinas, a una hoja de personaje en la que solo hay cuatro características, sería complicado. Pero no lo es. Mis vampiros de Death in Space reciben un +1 a todas las características automáticamente, reducen en uno todo el daño recibido, y pueden invertir puntos de Vacío en curarse y activar poderes. Eso de entrada. Y si a alguien se le ocurre cualquier otra cosa que cuadre, pues también. De nuevo, el juego es tuyo (mío, en este caso). Juega con él como quieras.
No te cortes. No abras hilos en Reddit para preguntar cómo puedes adaptar la ficha de un personaje de Dungeons & Dragons 3ª a Dungeons 5ª. Dirige las Máscaras de Nyarlathotep en Cazador: La Venganza o intenta hacer que tu grupo juegue a La Maldición de Strahd en Dungeon World. Si lees que hay una campaña espectacular para un juego de rol del que nunca has oído hablar, léetela, averigua cómo podrías adaptarla a tu sistema preferido, adáptala. Es imposible equivocarse al adaptar una campaña o módulo a tu sistema preferido, porque es imposible equivocarse al hacer tu partida de rol como tú quieras.